Voto blanco, electrochoque a la democracia

Publicado en El Universal
Por Alejandro Páez

El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del DF, Emilio Álvarez Icaza, manifestó su preocupación por la promoción del voto en blanco que realizan algunas organizaciones civiles e intelectuales, pues consideró que ello, además de peligroso, dinamita las instituciones y la democracia en el país.

“Llamar al voto en blanco o voto nulo me parece todavía más peligroso, porque hay agendas ocultas, vamos a pasar la factura por la reforma electoral, por no pagar a los medios...”, advirtió.
Entrevistado en la sede del IFE, Álvarez Icaza advirtió que un “voto en blanco” no sólo representa “tirarlo a la basura”, sino evitar que se contabilice en la integración de los órganos legislativos.
“Entiendo que hay quienes están apostando a una dinámica de voto de castigo, pero voto de castigo es más o menos lo siguiente: ‘mi papá o mi mamá es una persona muy machista o muy feminista, es muy violenta o violento, tiene vicios muy arraigados como Juan Charrasquedo, los voy a llevar a una sesión de electrochoques y yo vengo en 10 minutos para ver si sobrevivió para que aprenda’.
“No se puede estar jugando a las malteadas con las instituciones y con la democracia, hay medios y formas para sancionar…”, estableció.
El ombudsman capitalino manifestó su respeto a quienes llaman a ejercer el voto en blanco, pero advirtió que con ello se dinamita a las instituciones y representa un riesgo para la democracia mexicana.
“Me parece hasta preocupante que se estén haciendo campañas de promoción para el voto blanco o nulo, yo francamente creo que eso dinamita lo que hemos construido. Respeto absolutamente a quien lo quiera hacer, pero es un riesgo para la democracia. Hay formas, medios y condiciones para en congruencia fortalecer la democracia representativa y la democracia participativa”, expresó.
PRIORIDADES. Poco antes, durante su intervención en la mesa redonda “El voto y los derechos humanos”, Álvarez Icaza subrayó la necesidad de revisar las prioridades de nuestra democracia, pues explicó que se ha apostado a fortalecer el sistema de partidos, pero en detrimento de la ciudadanía en general.
“Una de las consecuencias del sistema de partidos puede ser el riesgo de la partidocracia, de quienes están más preocupados por la agenda de los partidos que por la agenda de la gente…”, reprochó.
”El dinero que les metemos a los partidos –acusó– es una enorme cantidad. En 2006, en términos de lo que nos costaron las elecciones federales y estatales, sumando sólo las autoridades administrativas y los recursos a los partidos, fueron dos mil 500 millones de dólares, y por supuesto que tenemos que revisar las prioridades de nuestra democracia”.
En ese sentido, criticó por “ineficiente y caro” el voto en el extranjero, y pidió revisar esa figura, pues a su parecer no facilita el sufragio de nuestros connacionales que viven en el exterior del país.

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